Dije en su día, tras el partido de Getafe que Un Cambio era Necesario, y apuntaba al entrenador como máximo responsable de ese cambio. Dije que era su responsabilidad meter a los jugadores en lo que debían de estar y que era su responsabilidad aspectos tan básicos como la motivación.
A día de hoy mi opinión no ha cambiado y sigo pensando que todo aquello de lo que el equipo adolecía era responsabilidad de Jiménez. Yo en aquél momento no pedía su cabeza, pero sí pedía un cambio, al menos en su actitud. Pero tampoco ahora, tras lo de ayer voy a ir a sacarlo en hombros porque considero que a pesar de todo tiene camino por recorrer para mejorar y mucho y que hay cosas y planteaminetos que en absoluto comparto con él.
No me gusta que esté haciendo tan clara distinción entre titulares y suplentes y mientras siga siendo así pues lo seguiré haciendo. Los cambios de ayer eran cantados pero habrá que ir esperando a ver qué sucede en el futuro.
Por mucho que algunos se pongan la venda y les ciegue su sevillismo y se autoproclamen más sevillistas que nadie sus errores seguirán ahí. Otra cosa es que haya echo examen de conciencia y se haya dado cuenta de que este equipo ni está hecho para defender ni está hecho para jugar al pelotazo. Y esto último no es discutible y los vídeos están ahí.
Hasta aquí esta reflexión, y ahora el partido.
Sin duda vimos ayer el mejor partido del Sevilla en mucho tiempo, el mejor de la temporada seguro. Fueron cinco pero puedieron ser diez. No hubo un solo error en todo el partido y los que hubo fueron solo en ataque y lo único que hicieron fue hacer que el marcador no fuera más abultado.
Inmenso, enorme Maresca, hasta el punto de hacer pasar casi desapercibido a Keita. El italiano siempre aparecía allí por donde medoreara el balón. El centro del campo fue absolutamente suyo y se permitió apoyar en defensa y en ataque cada vez que pudo y lo mejor, cada vez que quiso. Sin duda sería muy positivo que el capo volviera a ser el de su primer año porque cuando está a su mejor nivel es capaz de temporizar los tiempos del partido mejor que nadie, como todo buen italiano. Me gustó la pareja Maresca Y Keita porque mientras vuelva Renato es la que mejor fútbol nos puede dar. Son dos jugadores muy sacrificados en la pelea pero con mucha calidad a la hora de elaborar y mirar a la portería contraria.
Muchos, creo que todos, nos preguntábamos como estaría el Pichichi Luis Fabiano tras el atraco en su casa, sobre todo por la fragilidad mental que tantas veces ha demostrado. Pero el brasileño está en racha y todo lo que toca se convierte en el Oro del Fútbol, el Gol. Emotivas sus lágrimas tras el primer Gol, liberando toda la tensión acumulada en las horas previas al partido.
El Zaragoza era un juguete roto en manos del Mejor Equipo del Mundo y como muestra la expulsión de Diogo que últimamente se ha apuntado a no acabar sus enfrentamientos con el Sevilla. El año pasado lo sacó del partido la Zurda de Diamantes, nuestro querido Antonio Puerta, este año fue Capel quien sigue creciendo partido a partido y llamando a la puerta de la Eurocopa por méritos más que propios.
Y un apunte importante en el tramo final y que dice mucho de la recuperación, sobre todo anímica del equipo, los ánimos de los habituales hacia Koné y De Mul cada vez que fallaban.
Ahora toca disfrutar hoy y a partir de mañana pensar en el Depor para seguir enseñando las garras a los de arriba.
Así sí que podemos volver a soñar. Esperemos que sí.
A día de hoy mi opinión no ha cambiado y sigo pensando que todo aquello de lo que el equipo adolecía era responsabilidad de Jiménez. Yo en aquél momento no pedía su cabeza, pero sí pedía un cambio, al menos en su actitud. Pero tampoco ahora, tras lo de ayer voy a ir a sacarlo en hombros porque considero que a pesar de todo tiene camino por recorrer para mejorar y mucho y que hay cosas y planteaminetos que en absoluto comparto con él.
No me gusta que esté haciendo tan clara distinción entre titulares y suplentes y mientras siga siendo así pues lo seguiré haciendo. Los cambios de ayer eran cantados pero habrá que ir esperando a ver qué sucede en el futuro.
Por mucho que algunos se pongan la venda y les ciegue su sevillismo y se autoproclamen más sevillistas que nadie sus errores seguirán ahí. Otra cosa es que haya echo examen de conciencia y se haya dado cuenta de que este equipo ni está hecho para defender ni está hecho para jugar al pelotazo. Y esto último no es discutible y los vídeos están ahí.
Hasta aquí esta reflexión, y ahora el partido.
Sin duda vimos ayer el mejor partido del Sevilla en mucho tiempo, el mejor de la temporada seguro. Fueron cinco pero puedieron ser diez. No hubo un solo error en todo el partido y los que hubo fueron solo en ataque y lo único que hicieron fue hacer que el marcador no fuera más abultado.
Inmenso, enorme Maresca, hasta el punto de hacer pasar casi desapercibido a Keita. El italiano siempre aparecía allí por donde medoreara el balón. El centro del campo fue absolutamente suyo y se permitió apoyar en defensa y en ataque cada vez que pudo y lo mejor, cada vez que quiso. Sin duda sería muy positivo que el capo volviera a ser el de su primer año porque cuando está a su mejor nivel es capaz de temporizar los tiempos del partido mejor que nadie, como todo buen italiano. Me gustó la pareja Maresca Y Keita porque mientras vuelva Renato es la que mejor fútbol nos puede dar. Son dos jugadores muy sacrificados en la pelea pero con mucha calidad a la hora de elaborar y mirar a la portería contraria.
Muchos, creo que todos, nos preguntábamos como estaría el Pichichi Luis Fabiano tras el atraco en su casa, sobre todo por la fragilidad mental que tantas veces ha demostrado. Pero el brasileño está en racha y todo lo que toca se convierte en el Oro del Fútbol, el Gol. Emotivas sus lágrimas tras el primer Gol, liberando toda la tensión acumulada en las horas previas al partido.
El Zaragoza era un juguete roto en manos del Mejor Equipo del Mundo y como muestra la expulsión de Diogo que últimamente se ha apuntado a no acabar sus enfrentamientos con el Sevilla. El año pasado lo sacó del partido la Zurda de Diamantes, nuestro querido Antonio Puerta, este año fue Capel quien sigue creciendo partido a partido y llamando a la puerta de la Eurocopa por méritos más que propios.
Y un apunte importante en el tramo final y que dice mucho de la recuperación, sobre todo anímica del equipo, los ánimos de los habituales hacia Koné y De Mul cada vez que fallaban.
Ahora toca disfrutar hoy y a partir de mañana pensar en el Depor para seguir enseñando las garras a los de arriba.
Así sí que podemos volver a soñar. Esperemos que sí.
