Fieles al guión que se presuponía en la previa del partido, Sevilla y Valencia han disputado esta noche un encuentro donde las defensas de ambos equipos se han impuesto con solvencia a dos de las mejores delanteras de la liga española.
Los dos equipos han salido con demasiado respeto mutuo y en la mayoría de las ocasiones más pendientes de guardar bien su portería y de evitar una contra del contrario que de buscar el marco rival.
Los primeros 40 minutos fueron de claro dominio valencianista si bien la posesión de balón no se tradujo en ningún momento en ocasiones claras. El valencia tenía mayoría de elementos en el centro del campo pero no por ello creaba peligro a un Sevilla donde Mosquera ha realizado hoy uno de sus mejores partidos, al menos para mí, desde que está en Sevilla y donde Squillaci, David Prieto y Fernando Navarro han vuelto a completar un partido sobresaliente. Mata no podía con el colombiano y Villa se perdía muy solo en la lucha con los centrales sevillistas. En este periodo el Sevilla no se sintió muy agusto en tareas ofensivas, a Navas y sobre todo a Adriano les costaba entrar en juego, pero a pesar de todo las ocasiones más claras fueron para los nuestros merced a dos remates primero de Kanouté y más tarde de Luis Fabiano que el meta valencianista despejó cuando ya se cantaba el gol en las gradas de Nervión. Por parte del Valencia, la única ocasión de peligro vino tras un disparo de Mata que se fue por pocos centímetros.
Tras el descanso el Valencia dió por bueno el empate y se dedicó a perder todo el tiempo posible mientras que Manolo Jiménez sacó a Maresca en sustitución de Romaric y el Sevilla fue claro dominador ahora de la pelota y dispuso de varias ocasiones que bien pudieron terminar en gol.
Mención aparte el lamentable espectáculo del colegiado Teixeira Vitienes que midió con muy disntinto rasero las entradas de unos y otros y que perdonó al menos en dos ocasiones la segunda amarilla al ex-sevillista Carlos Marchena y que sin embargo en el minuto cuatro dejó a Jesús Navas sin la posibilidad de jugar el sábado ante el Barcelona (importantísima baja) y amonestó a Luis Fabiano por no se sabe qué después de haber sido objeto de falta el brasileño.
FOTO:AS.COM
Los otros dos cambios en el Sevilla llegaron tardísimo (un partido más), con todo el pescado vendido, aunque los 15 minutos que ha estado Capel en el campo han sido los peores desde que es jugador del Sevilla. Las únicas oportunidades ches en la segunda parte han venido simplemente porque el almeriense no tenía muchas ganas de defender y de ayudar en la cobertura a Fernando Navarro. Desde luego esas no son formas de presionar a la directiva con la renovación que tiene por delante y para colmo, Miguel le ha ganado en todas y cada una de las carreras que se han marcado.
Por cierto, yo soy de los que pienso que Luis Fabiano y Kanouté deben jugar siempre que estén disponibles. No quiero ver al Sevilla jugar en función del contrario, eso es de equipo mediocre. Que se preocupe el contrario de parar a mis delanteros. El problema de este Sevilla no está en jugar con dos delanteros o con uno (debate absurdo creado entre algunos bandos periodísticos), el problema de este Sevilla (gracias a Dios no tiene muchos más) es que el centro del campo no es capaz de crear juego ni de dar rapidez a las jugadas y al balón para poder aprovechar los estiletes de las bandas.
Los dos equipos han salido con demasiado respeto mutuo y en la mayoría de las ocasiones más pendientes de guardar bien su portería y de evitar una contra del contrario que de buscar el marco rival.
Los primeros 40 minutos fueron de claro dominio valencianista si bien la posesión de balón no se tradujo en ningún momento en ocasiones claras. El valencia tenía mayoría de elementos en el centro del campo pero no por ello creaba peligro a un Sevilla donde Mosquera ha realizado hoy uno de sus mejores partidos, al menos para mí, desde que está en Sevilla y donde Squillaci, David Prieto y Fernando Navarro han vuelto a completar un partido sobresaliente. Mata no podía con el colombiano y Villa se perdía muy solo en la lucha con los centrales sevillistas. En este periodo el Sevilla no se sintió muy agusto en tareas ofensivas, a Navas y sobre todo a Adriano les costaba entrar en juego, pero a pesar de todo las ocasiones más claras fueron para los nuestros merced a dos remates primero de Kanouté y más tarde de Luis Fabiano que el meta valencianista despejó cuando ya se cantaba el gol en las gradas de Nervión. Por parte del Valencia, la única ocasión de peligro vino tras un disparo de Mata que se fue por pocos centímetros.
FOTO:EFE
Tras el descanso el Valencia dió por bueno el empate y se dedicó a perder todo el tiempo posible mientras que Manolo Jiménez sacó a Maresca en sustitución de Romaric y el Sevilla fue claro dominador ahora de la pelota y dispuso de varias ocasiones que bien pudieron terminar en gol.
Mención aparte el lamentable espectáculo del colegiado Teixeira Vitienes que midió con muy disntinto rasero las entradas de unos y otros y que perdonó al menos en dos ocasiones la segunda amarilla al ex-sevillista Carlos Marchena y que sin embargo en el minuto cuatro dejó a Jesús Navas sin la posibilidad de jugar el sábado ante el Barcelona (importantísima baja) y amonestó a Luis Fabiano por no se sabe qué después de haber sido objeto de falta el brasileño.
FOTO:AS.COM
Los otros dos cambios en el Sevilla llegaron tardísimo (un partido más), con todo el pescado vendido, aunque los 15 minutos que ha estado Capel en el campo han sido los peores desde que es jugador del Sevilla. Las únicas oportunidades ches en la segunda parte han venido simplemente porque el almeriense no tenía muchas ganas de defender y de ayudar en la cobertura a Fernando Navarro. Desde luego esas no son formas de presionar a la directiva con la renovación que tiene por delante y para colmo, Miguel le ha ganado en todas y cada una de las carreras que se han marcado.
Por cierto, yo soy de los que pienso que Luis Fabiano y Kanouté deben jugar siempre que estén disponibles. No quiero ver al Sevilla jugar en función del contrario, eso es de equipo mediocre. Que se preocupe el contrario de parar a mis delanteros. El problema de este Sevilla no está en jugar con dos delanteros o con uno (debate absurdo creado entre algunos bandos periodísticos), el problema de este Sevilla (gracias a Dios no tiene muchos más) es que el centro del campo no es capaz de crear juego ni de dar rapidez a las jugadas y al balón para poder aprovechar los estiletes de las bandas.
