Un cambio es necesario porque este equipo está a punto de ser noqueado. El partido de hoy, casi un calco de cualquiera de los últimos jugados fuera de casa, un equipo roto y un entrenador que pierde los papeles una y otra vez y no sabe qué hacer para rectificar sus errores. La diferencia, que hoy ha sido mucho peor, puesto que hemos tirado tres puntos a la basura cuando lo teníamos todo para ganar y empezar la segunda vuelta con otras miras e ilusiones renovadas.
Hacía mucho tiempo que no me veía tentado a apagar el televisor y ponerme a hacer cualquier otra cosa, mucho tiempo, años incluso. Pero he resistido para ver el lamentable final que nos esperaba.
El partido empezó muy bien, con el equipo bien plantado y dejando claro que iba a por el partido. Todo ello refrendado por el Gol de Luis Fabiano al cuarto de hora del inicio. Pero todo quedó ahí. A partir de ese momento, le hemos dado la pelota, el campo y hasta le hemos regalado los tres goles al Getafe. Hoy he sentido auténtica vergüenza viendo a mi equipo arrastrarse por el terreno de juego con un entrenador arrastrándose más aún con cada cambio que hacía, viendo a Alves de Central con el equipo arriba cuando el brasileño debía estar en la otra punta del campo y viendo a un ruso que ni está ni se le espera. Hasta Drago ha fallado hoy.
Y no voy a hablar mucho más del partido en sí.
Y no lo voy a hacer porque yo no voy a cargar contra los jugadores como ha hecho el entrenador en la rueda de prensa tras el partido. Voy a ir más allá. Ya está bien de excusas, ya está bien de poner a Antonio como responsable de todo, ya está bien de Juande y ya está bien de cobardes y de ineptos porque lo que falla en el equipo no es un problema de ese tipo. Al principio vale, pero ya no, ya es hora de ir buscando en otro rincón.
Los jugadores no saben a lo que juegan, muchos de ellos no se sienten importantes en el equipo, es más, sienten que sobran (ejemplo claro: Martí) y mucho menos entienden el sistema de juego y las formas de su entrenador. El año pasado, un suplente del sevilla no se sentía como tal porque jugaba mínimo 25 partidos, pero este año hay muchos que se sienten suplentes y que ven que ahora los usa el entrenador porque no tiene a otros, pero saben que pronto no volverán a tener minutos. Ahí están los casos del ruso, de Renato, de Adriano, de Maresca y de los dos que ya se han ido por citar solo algunos.
Y todo eso es responsabilidad del entrenador, que precisamente para eso está. Un entrenador entre sus muchos cometidos debe de tener algunos muy claros, y un par de ellos tenerlos grabados a fuego, y precisamente, esos no los está cumpliendo el nuestro. Un entrenador, debe hacer sentir importante al mayor número de jugadores posibles y debe mantener la tensión de todos para cuando les llegue la hora de jugar. Eso es imposible hacerlo con 25, pero al menos hay que hacerlo con 20, lo que no puede ser es que solo 11 se sientan importantes. Recuerdo el año pasado que le preguntaban a Aitor Ocio que cómo se sentía siendo suplente en el Sevilla y él respondía que no se sentía suplente porque había jugado 30 partidos. Sin embargo, este año, uno de los pilares del vestuario, Martí se ha visto obligado a irse porque el entrenador le había dejado claro que no contaba (palabras del propio Martí). Esto es solo responsabilidad del entrenador.
Y es que, Señor Jiménez, usted no puede acusar a sus jugadores de falta de actitud, porque usted es responsable como entrenador de que esos jugadores pongan la actitud necesaria sobre el césped cada partido, porque la aptitud de todos, ya las conocemos. Y si usted mismo ve que hay falta de actitud, y ya lo ha repetido en varios partidos, tenga un poco de dignidad y reconozca que usted no está capacitado para llevar adelante esa empresa y márchese, o vuelva al filial, que allí su trabajo sí era sobresaliente. Usted ponía muchos coj... como jugador, los ponía en el filial, pero eso no es suficiente en primera división, eso no es suficiente en el primer equipo del SEVILLA FC.
Desde su llegada he tratado de apoyarlo siempre y jamás he escrito en su contra. Es más, he preferido pasar días enteros sin actualizar este Blog para no tener que hablar mal de usted, porque creía necesario darle un margen de confianza. Pero ese margen para mí ya ha acabado. Han sido casi tres meses de margen que es lo que siempre se le suele dar a alguien cuando llega nuevo a un sitio, así que es tiempo de ir sacando conclusiones. Y las conclusiones no son buenas para el Sevilla. Con el escudo no se gana en ningún sitio. Su sevillismo ya no es excusa para estar ahí. Desgraciadamente para todos es así.
Pero lo peor de todo, es que esto no tiene visos de solucionarse, todo lo contrario. Se ha abierto una clara guerra entre jugadores y técnico que puede acabar mal, muy mal. Y el vestuario ha perdido la identidad y está falto de líderes. Con Javi Navarro en el dique seco, la pérdida de Puerta y la marcha de David y Martí no hay nadie que abandere ese vestuario. Y aquí vuelvo a insistir: Jiménez ha perdido la oportunidad de ser ese líder desde el banquillo. Con sus inexplicables ruedas de prensa, sus salidas de tono, y sus decisiones más que cuestionables ha perdido el mando del grupo y los jugadores van a su bola.
O los que mandan lo solucionan o me veo luchando por la liga particular.....repugnante.
1 comentario:
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